Cerró ArteBA 2017 con buen nivel de ventas de obras de arte
Este fin de semana concluyó la 26 edición de ArteBA, la feria de las artes plásticas más importantes de la Argentina. Además de la posibilidad que ofrece al público de tomar contacto con grandes obras de artistas locales e internacionales, la feria se ofrece como un espacio para la adquisición de obras por parte de coleccionistas, museos e instituciones diversas.
Este año, hubo un importante nivel de ventas aunque no se logró superar el nivel de los años anteriores, según lo que se informó oficialmente, pese a que no se aportaron cifras oficiales. De todos modos, lo que quedó a la vista fue que la obra de las artistas mujeres fueron las más demandadas por los compradores.
Por ejemplo, el Guggenheim de Nueva York adquirió una obra de Liliana Porter. El Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía adquirió un video de Silvia Rivas y una tela bordada de la artista tucumana Lucrecia Lionti.
Dos foto-performances de Liliana Maresca de 1993 fueron vendidas a la colección del Museo de Arte de Lima.
Y dos piezas de Magdalena Jitrik se sumaron al Museo Universitario de Arte Contemporáneo de Ciudad de México.
El Museo de Arte de Contemporáneo de Barcelona sumó a su colección tres piezas de la artista Mirta Dermisache.
En el Barrio Joven de Bodegas Chandon las ventas concretadas se acercaron al precio máximo por obra que tiene esta sección, de hasta 3.000 dólares.
En el espacio Chandon se destacó además la instalación "Freelancer", del artista Eduardo Basualdo, que consistió en un helicóptero en marcha dentro de un espacio cerrado por el cual podía circular el público.
El Ministerio de Cultura y la AFIP habilitaron mostradores especiales para que se pudieran tramitar al instante las licencias de exportación de obras de arte, facilitando así las adquisiciones del exterior.
Julia Converti, gerenta general de la feria destacó que este año hubo casos puntuales de “galerías que vendieron hasta un 50 por ciento más que el año pasado”. Y confirmó una estimación de 80 mil visitantes durante los cuatro días que duró la feria que se hizo en el predio de La Rural.
Este año, hubo un importante nivel de ventas aunque no se logró superar el nivel de los años anteriores, según lo que se informó oficialmente, pese a que no se aportaron cifras oficiales. De todos modos, lo que quedó a la vista fue que la obra de las artistas mujeres fueron las más demandadas por los compradores.
Por ejemplo, el Guggenheim de Nueva York adquirió una obra de Liliana Porter. El Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía adquirió un video de Silvia Rivas y una tela bordada de la artista tucumana Lucrecia Lionti.
Dos foto-performances de Liliana Maresca de 1993 fueron vendidas a la colección del Museo de Arte de Lima.
Y dos piezas de Magdalena Jitrik se sumaron al Museo Universitario de Arte Contemporáneo de Ciudad de México.
El Museo de Arte de Contemporáneo de Barcelona sumó a su colección tres piezas de la artista Mirta Dermisache.
En el Barrio Joven de Bodegas Chandon las ventas concretadas se acercaron al precio máximo por obra que tiene esta sección, de hasta 3.000 dólares.
En el espacio Chandon se destacó además la instalación "Freelancer", del artista Eduardo Basualdo, que consistió en un helicóptero en marcha dentro de un espacio cerrado por el cual podía circular el público.
El Ministerio de Cultura y la AFIP habilitaron mostradores especiales para que se pudieran tramitar al instante las licencias de exportación de obras de arte, facilitando así las adquisiciones del exterior.
Julia Converti, gerenta general de la feria destacó que este año hubo casos puntuales de “galerías que vendieron hasta un 50 por ciento más que el año pasado”. Y confirmó una estimación de 80 mil visitantes durante los cuatro días que duró la feria que se hizo en el predio de La Rural.
Comentarios
Publicar un comentario