Cuarta revolución industrial: adaptarse o desaparecer
Por Jorge Velázquez
Especial para BAE Negocios
Robots, impresoras 3 D y drones son las nuevas herramientas que caracterizan lo que se ha dado en llamar La Cuarta Revolución Industrial. Está a años luz de la máquina de vapor que definió a la Primera Revolución, pero también lejos de otros recursos que signaron las dos etapas anteriores, como la electricidad y las telecomunicaciones. La inteligencia artificial pasa ahora a dominar los procesos de producción, con fábricas que pueden administrarse a sí mismas gracias a sistemas basados en la conectividad. Una vuelta de tuerca más para las potencialidades infinitas que abrió la invención de Internet.
Aunque parece el guión de una película de ciencia ficción, muchos de estos elementos ya están desempeñando roles clave en la producción industrial a nivel global. Y la Argentina no es la excepción, aunque pueda estar todavía varios pasos atrás en el proceso de transformación respecto de otros países.
Este contexto puso a muchas empresas frente a un dilema de hierro: adaptarse a las nuevas reglas de juego o desaparecer. Las experiencias indican que no existe una receta única para enfrentar el cambio. Hay tantas respuestas como necesidades que van surgiendo a medida que se avanza en este camino. Mudar parte del canal tradicional de ventas a una plataforma digital es la primera reacción que la adoptó la mayoría. Pero esto solo ya no es suficiente. El panorama se hace cada vez más complejo y demanda respuestas de dimensión similar.
La Cámara Argentina de la Industria del Software (CESSI), que preside el empresario Aníbal Carmona, convocó esta semana a empresarios, directivos, funcionarios y expertos de distintas áreas a debatir sobre el Panorama de la Transformación Digital de la Producción. El evento actuó también como caja de resonancia de las experiencias relatadas en primera persona por sus protagonistas.
La firma José Alladio e Hijos fue fundada en 1949 en una localidad de la provincia de Córdoba. El primer lavarropas que se vendió fue hecho artesanalmente. Marcos Alladio, hijo del fundador y actual presidente de la firma destacó: “A 68 años de ese momento, ahora presentamos un modelo que cuenta con conectividad wi-fi que te permite hacer un manejo remoto a través de un dispositivo móvil. Así es posible monitorear permanentemente su funcionamiento y eventualmente reportar incidencias de mantenimiento”.
El empresario resumió además los objetivos que están detrás de una decisión que no apunta solo a ofrecer la tecnología que demandan los consumidores. “Este fue el inicio de una transformación dentro de la empresa que impacta en tres aspectos. Primero en lograr una relación más directa con el usuario. Otro es que nos permite contar con información muy valiosa sobre modos y habitualidad de uso de los productos que será de mucha utilidad para los próximos desarrollos. Y el tercer impacto es que a partir de esta relación nueva, podemos pensar en ofrecer distintos servicios al consumidor y generar negocios nuevos”, explica Alladio.
Otras compañías decidieron sumar en forma permanente un experto en tecnología al directorio, armar alianzas con empresas de software, o diseñar servicios a la medida del nuevo consumidor digital, siempre con la premisa básica de no perder mercados -o crear nuevos- frente a una competencia cada vez más sofisticada e impredecible.
Jorge Civano, director de Tecnología y Procesos en la firma Paraná Seguros, comentó que “en el sector de los seguros el modelo que viene es similar al que se desarrolló en las áreas de bancos y finanzas”, donde es posible realizar todo tipo de operaciones a través de Internet con un alto nivel de seguridad informática.
Y para saltar del modelo tradicional de brokers de seguros a la venta directa, la empresa trabajó en el desarrollo de nuevos productos, como una póliza para el agro que -mediante una plataforma digital de desarrollo propio- permite avisarle al asegurado en tiempo real el riesgo de heladas, lluvias o granizos y cotizar el valor del seguro en el momento. Paraná Seguros además resolvió sentar en el directorio a un experto en tecnología, en este caso el propio Civano.
Para Roberto Lagos, director general de Sitrack, una firma que combina logística con seguridad de transporte, la incorporación de soluciones informáticas resulta un factor fundamental para sostenerse en el mercado. Relató el caso de una empresa de transporte chilena a la cual le vendieron un servicio remoto para optimizar el uso de combustible en sus flotas que le permitía ahorrar hasta 1 millón de dólares al año. En un ejemplo más cercano, explicó cómo fue que Arcor les encargó un sistema para monitorear el cuidado de la cadena de frío de sus productos para reparar una mala experiencia que le costó pérdidas de mercados en el norte del país.
Durante los debates, CESSI también presentó los resultados de una encuesta que realiza en el ámbito nacional, donde reveló que en un año creció del 84% al 95% la proporción de los directivos de las empresas que consideran que la Transformación Digital (TD) es “un cambio necesario en los paradigmas de negocios” que estaban ejecutando, según explicó Aníbal Carmona en el cierre del encuentro.
A la vez, apenas el 46% de los consultados consideró que está en condiciones de emprender esos cambios con las tecnologías disponibles en la actualidad. La mayoría, según se desprende de estas cifras, opina que no cuenta con las herramientas suficientes, en un contexto de responsabilidades compartidas donde el rol del Estado pasa a ocupar un lugar importante en la definición de una agenda de transformación digital.
El presidente de la Unión Industrial Argentina, Miguel Acevedo, en su exposición destacó la velocidad de los cambios tecnológicos y la importancia de incorporar la TD en los procesos productivos. Pero aclaró: “Es necesario primero arreglar la situación macroeconómica para poder encarar la innovación tecnológica”. En ese punto, remarcó que “el Gobierno tiene que profundizar los cambios fundamentales que vino haciendo para favorecer el regreso de la producción argentina al mundo”.
Su punto de vista fue reforzado luego por el economista Fernando Peirano, vicepresidente del Departamento de Ciencia, Tecnología e Innovación de la UIA. “Falta una vuelta de rosca en algunas políticas públicas, como por ejemplo que el Estado ofrezca a las empresas chicas de software alguna ayuda para cubrir el costo de conocer cómo funcionan otros sectores, para que puedan ofrecer soluciones. Hay pendiente un desafío de rearmar el Estado como organizador y proveedor de los elementos para ir armando este sistema nuevo del que hablamos”.
Desde el sector público, hubo funcionarios que recogieron el guante durante un panel dedicado a exponer la agenda del Gobierno para la transformación digital de la producción.
Pablo Fernández Sáenz, director del Plan Nacional de Digitalización de Pymes, sostuvo que “el futuro de las Pymes estará asociado a todo lo digital. En ese sentido estamos trabajando en un plan que en una primera etapa garantice el acceso al hardware, a la conectividad y a la capacitación. En los próximos semanas presentaremos un plan para que las empresas inscriptas en nuestro Registro Pymes puedan acceder al equipamiento con descuento preferencial directamente de los importadores”.
En tanto, Lucio Castro, secretario de Transformación Productiva del Ministerio de Producción de la Nación, resumió lo que considera los ejes principales de la agenda oficial: “La eliminación del arancel a la importación de computadoras para disminuir la brecha digital y bajar el costo de la tecnología. El Programa de Transformación Productiva, que ofrece instrumentos de financiamiento y laborales, para apoyar la reinserción de los trabajadores en el nuevo proceso de mayor competitividad de la economía, con firmas como Accenture, Toyota, Cisco, entre otras. Los acuerdos sectoriales como el de Vaca Muerta, para mejorar la competitividad”, que se extendieron varios sectores.
“Para entender lo que viene hay que tener en cuenta algo. Nuestras mentes están acostumbradas a un modo lineal de inversión. Cada vez que abrimos una nueva boca de expendio sabemos que vamos a vender más el año próximo, lo podemos predecir. Pero el nuevo modelo de crecimiento exponencial exige un cambio de mentalidad. La curva de inversión es como un palo de hockey. En la primera etapa es invertir, invertir, invertir, sin haber tenido el mismo tipo de resultado que hubiese tenido el negocio tradicional”, sintetizó Guibert Englebienne, co-fundador y directivo de Globant, una empresa local de software, valuada en más de US$ 1.000 millones, que actualmente tiene más de cinco mil empleados en 12 países.
Entre la preocupación de los empresarios por asegurar su supervivencia y la urgencia de los funcionarios por encontrar soluciones para aportar, los expertos trazan con crudeza su propio diagnóstico sobre la economía que viene: “Las cifras del mercado nos demuestran que la vida de las empresas se está acortando drásticamente. Duran cada vez menos. Hay más recambio. Esto es síntoma de una crisis, de cambios acelerados; pero como decía Einsten en estos momentos es cuando más fluye la creatividad del ser humano”, aseguró Juan Pablo Seminara, analista principal de la filial argentina de la consultora IDC.
Nota publicada por Jorge Luis Velázquez el lunes 3 de julio de 2017 en diario BAE Negocios.
Especial para BAE Negocios
Robots, impresoras 3 D y drones son las nuevas herramientas que caracterizan lo que se ha dado en llamar La Cuarta Revolución Industrial. Está a años luz de la máquina de vapor que definió a la Primera Revolución, pero también lejos de otros recursos que signaron las dos etapas anteriores, como la electricidad y las telecomunicaciones. La inteligencia artificial pasa ahora a dominar los procesos de producción, con fábricas que pueden administrarse a sí mismas gracias a sistemas basados en la conectividad. Una vuelta de tuerca más para las potencialidades infinitas que abrió la invención de Internet.
Aunque parece el guión de una película de ciencia ficción, muchos de estos elementos ya están desempeñando roles clave en la producción industrial a nivel global. Y la Argentina no es la excepción, aunque pueda estar todavía varios pasos atrás en el proceso de transformación respecto de otros países.
Este contexto puso a muchas empresas frente a un dilema de hierro: adaptarse a las nuevas reglas de juego o desaparecer. Las experiencias indican que no existe una receta única para enfrentar el cambio. Hay tantas respuestas como necesidades que van surgiendo a medida que se avanza en este camino. Mudar parte del canal tradicional de ventas a una plataforma digital es la primera reacción que la adoptó la mayoría. Pero esto solo ya no es suficiente. El panorama se hace cada vez más complejo y demanda respuestas de dimensión similar.
La Cámara Argentina de la Industria del Software (CESSI), que preside el empresario Aníbal Carmona, convocó esta semana a empresarios, directivos, funcionarios y expertos de distintas áreas a debatir sobre el Panorama de la Transformación Digital de la Producción. El evento actuó también como caja de resonancia de las experiencias relatadas en primera persona por sus protagonistas.
La firma José Alladio e Hijos fue fundada en 1949 en una localidad de la provincia de Córdoba. El primer lavarropas que se vendió fue hecho artesanalmente. Marcos Alladio, hijo del fundador y actual presidente de la firma destacó: “A 68 años de ese momento, ahora presentamos un modelo que cuenta con conectividad wi-fi que te permite hacer un manejo remoto a través de un dispositivo móvil. Así es posible monitorear permanentemente su funcionamiento y eventualmente reportar incidencias de mantenimiento”.
El empresario resumió además los objetivos que están detrás de una decisión que no apunta solo a ofrecer la tecnología que demandan los consumidores. “Este fue el inicio de una transformación dentro de la empresa que impacta en tres aspectos. Primero en lograr una relación más directa con el usuario. Otro es que nos permite contar con información muy valiosa sobre modos y habitualidad de uso de los productos que será de mucha utilidad para los próximos desarrollos. Y el tercer impacto es que a partir de esta relación nueva, podemos pensar en ofrecer distintos servicios al consumidor y generar negocios nuevos”, explica Alladio.
Otras compañías decidieron sumar en forma permanente un experto en tecnología al directorio, armar alianzas con empresas de software, o diseñar servicios a la medida del nuevo consumidor digital, siempre con la premisa básica de no perder mercados -o crear nuevos- frente a una competencia cada vez más sofisticada e impredecible.
Jorge Civano, director de Tecnología y Procesos en la firma Paraná Seguros, comentó que “en el sector de los seguros el modelo que viene es similar al que se desarrolló en las áreas de bancos y finanzas”, donde es posible realizar todo tipo de operaciones a través de Internet con un alto nivel de seguridad informática.
Y para saltar del modelo tradicional de brokers de seguros a la venta directa, la empresa trabajó en el desarrollo de nuevos productos, como una póliza para el agro que -mediante una plataforma digital de desarrollo propio- permite avisarle al asegurado en tiempo real el riesgo de heladas, lluvias o granizos y cotizar el valor del seguro en el momento. Paraná Seguros además resolvió sentar en el directorio a un experto en tecnología, en este caso el propio Civano.
Para Roberto Lagos, director general de Sitrack, una firma que combina logística con seguridad de transporte, la incorporación de soluciones informáticas resulta un factor fundamental para sostenerse en el mercado. Relató el caso de una empresa de transporte chilena a la cual le vendieron un servicio remoto para optimizar el uso de combustible en sus flotas que le permitía ahorrar hasta 1 millón de dólares al año. En un ejemplo más cercano, explicó cómo fue que Arcor les encargó un sistema para monitorear el cuidado de la cadena de frío de sus productos para reparar una mala experiencia que le costó pérdidas de mercados en el norte del país.
Durante los debates, CESSI también presentó los resultados de una encuesta que realiza en el ámbito nacional, donde reveló que en un año creció del 84% al 95% la proporción de los directivos de las empresas que consideran que la Transformación Digital (TD) es “un cambio necesario en los paradigmas de negocios” que estaban ejecutando, según explicó Aníbal Carmona en el cierre del encuentro.
A la vez, apenas el 46% de los consultados consideró que está en condiciones de emprender esos cambios con las tecnologías disponibles en la actualidad. La mayoría, según se desprende de estas cifras, opina que no cuenta con las herramientas suficientes, en un contexto de responsabilidades compartidas donde el rol del Estado pasa a ocupar un lugar importante en la definición de una agenda de transformación digital.
El presidente de la Unión Industrial Argentina, Miguel Acevedo, en su exposición destacó la velocidad de los cambios tecnológicos y la importancia de incorporar la TD en los procesos productivos. Pero aclaró: “Es necesario primero arreglar la situación macroeconómica para poder encarar la innovación tecnológica”. En ese punto, remarcó que “el Gobierno tiene que profundizar los cambios fundamentales que vino haciendo para favorecer el regreso de la producción argentina al mundo”.
Su punto de vista fue reforzado luego por el economista Fernando Peirano, vicepresidente del Departamento de Ciencia, Tecnología e Innovación de la UIA. “Falta una vuelta de rosca en algunas políticas públicas, como por ejemplo que el Estado ofrezca a las empresas chicas de software alguna ayuda para cubrir el costo de conocer cómo funcionan otros sectores, para que puedan ofrecer soluciones. Hay pendiente un desafío de rearmar el Estado como organizador y proveedor de los elementos para ir armando este sistema nuevo del que hablamos”.
Desde el sector público, hubo funcionarios que recogieron el guante durante un panel dedicado a exponer la agenda del Gobierno para la transformación digital de la producción.
Pablo Fernández Sáenz, director del Plan Nacional de Digitalización de Pymes, sostuvo que “el futuro de las Pymes estará asociado a todo lo digital. En ese sentido estamos trabajando en un plan que en una primera etapa garantice el acceso al hardware, a la conectividad y a la capacitación. En los próximos semanas presentaremos un plan para que las empresas inscriptas en nuestro Registro Pymes puedan acceder al equipamiento con descuento preferencial directamente de los importadores”.
En tanto, Lucio Castro, secretario de Transformación Productiva del Ministerio de Producción de la Nación, resumió lo que considera los ejes principales de la agenda oficial: “La eliminación del arancel a la importación de computadoras para disminuir la brecha digital y bajar el costo de la tecnología. El Programa de Transformación Productiva, que ofrece instrumentos de financiamiento y laborales, para apoyar la reinserción de los trabajadores en el nuevo proceso de mayor competitividad de la economía, con firmas como Accenture, Toyota, Cisco, entre otras. Los acuerdos sectoriales como el de Vaca Muerta, para mejorar la competitividad”, que se extendieron varios sectores.
“Para entender lo que viene hay que tener en cuenta algo. Nuestras mentes están acostumbradas a un modo lineal de inversión. Cada vez que abrimos una nueva boca de expendio sabemos que vamos a vender más el año próximo, lo podemos predecir. Pero el nuevo modelo de crecimiento exponencial exige un cambio de mentalidad. La curva de inversión es como un palo de hockey. En la primera etapa es invertir, invertir, invertir, sin haber tenido el mismo tipo de resultado que hubiese tenido el negocio tradicional”, sintetizó Guibert Englebienne, co-fundador y directivo de Globant, una empresa local de software, valuada en más de US$ 1.000 millones, que actualmente tiene más de cinco mil empleados en 12 países.
Entre la preocupación de los empresarios por asegurar su supervivencia y la urgencia de los funcionarios por encontrar soluciones para aportar, los expertos trazan con crudeza su propio diagnóstico sobre la economía que viene: “Las cifras del mercado nos demuestran que la vida de las empresas se está acortando drásticamente. Duran cada vez menos. Hay más recambio. Esto es síntoma de una crisis, de cambios acelerados; pero como decía Einsten en estos momentos es cuando más fluye la creatividad del ser humano”, aseguró Juan Pablo Seminara, analista principal de la filial argentina de la consultora IDC.
Nota publicada por Jorge Luis Velázquez el lunes 3 de julio de 2017 en diario BAE Negocios.
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